2016: Historias de Supercanasta (y II)

Ya no son días, sino horas, las que quedan para despedir el 2016. Y para intentar acabar el año con una sonrisa, aquí os dejo la segunda entrega de «Historias de Supercanasta». Anécdotas y «sucedidos» que he venido contando en el programa Supercanasta, los sábados a mediodía en Radio Vitoria. Son las seis últimas «campanadas», así que espero que os gusten.

6: Entre pillos anda el juego

Guatemala no suele ser fuente de noticias en lo que al baloncesto se refiere, o por lo menos no lo es muy a menudo. Sin embargo, el pasado noviembre, el país centroamericano reclamó la atención mediática por un incidente de lo más curioso. El motivo fue el robo de un coche patrulla a la polícia y su posterior devolución ¡a cambio de la promesa de construir una cancha de baloncesto en el pueblo!

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El coche (Foto Prensa Libre: Oscar González)

El suceso tuvo lugar a finales de Octubre en un remoto pueblo llamado Cunén, en la zona indígena de Quiché, situada a poco más de 217 kilómetros de la capital. El origen del conflicto se produjo, según la versión de los vecinos, a raíz de que agentes de la PNC (Policia Nacional Civil) golpearan a un habitante e hirieran de bala a otro que trató de defenderle.

Con posterioridad a los disparos los agentes huyeron por temor a ser retenidos por los habitantes del pueblo, dejando abandonado el autopatrulla QUI-083 cuando llegaron a un camino sin salida. Y como la ocasión la pintan calva, los vecinos aprovecharon para apropiarse del vehículo y utilizarlo como moneda de cambio. Tras 14 días de arduas negociaciones, según publicaba el diario Prensa Libre, ambas partes alcanzaron un acuerdo que consistía en la construcción de la citada pista de baloncesto.

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El pueblo (Foto Prensa Libre: Óscar Figueroa)

Este «entente cordiale» sustituyó así a los 160.000 quetzales (20.000 euros) que los habitantes de la aldea exigían en compensación por el incidente. El Gobernador de Quiché anunció, una vez calmados los ánimos, que el alcalde colaboraría con la construcción de la pista deportiva cediendo gratuitamente varios camiones de la Municipalidad para trasladar la arena, al tiempo que también abonaría el salario del albañil que se encargaría de las obras. Así, no es de extrañar que el líder comunitario de Cunén, Miguel Ordóñez, asegurara estar «encantado» con la solución alcanzada, gracias a que, según su testimonio «Dios nos ha iluminado para resolver el problema sin el uso de la violencia«.

5: ¿Una profesión sobrevalorada?

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Minnie, al pie del cañón (Foto: Sacramento Kings)

Debido a la meteórica irrupción de las redes sociales en nuestras vidas, una de las profesiones más demandadas en estos últimos años ha sido la de «community manager«. O, dicho en cristiano, profesionales responsables de construir, gestionar y administrar la comunidad online alrededor de una marca en Internet. Como no podía ser de otra forma, las franquicias de la NBA han prestado especial atención a la red de redes desde bien pronto, pero lo que hicieron los Kings de Sacramento a finales de Enero fue llevarlo todo un poco más lejos si cabe.

No se sabe si por falta de personal cualificado, o por otra razón, los responsables de la franquicia californiana decidieron poner a Minnie -una perra de raza Corgi- a cubrir en redes sociales el partido que el equipo disputaba frente a los Indiana Pacers. El trabajo de Minnie, al parecer, fue más que satisfactorio, porque además de que su equipo acabó logrando la victoria más abultada de la temporada, muchos aficionados e incluso los jugadores se amontonaron después del encuentro para sacarse una foto con ella. Uno de los momentos más «gloriosos» de Minnie ocurrió cuando bautizó, en Twitter, a DeMarcus Cousins como «DeBarkus Cousins» (bark: ladrar en inglés). Y es que Minnie, con buen ojo, fue a buscar precisamente a uno de los que peores pulgas gasta….

4: Una promesa es una promesa

Los playoff de la NBA de esta pasada temporada nos brindaron momentos inolvidables en el terreno deportivo, y también en el extradeportivo. La increíble final protagonizada por los Cleveland Cavaliers y los Golden State Warriors fue épica, como también lo fueron las finales de la conferencia Oeste. En ellas, las huestes lideradas por Stephen Curry remontaron un 1-3 adverso frente a los Oklahoma City Thunder, alcanzando la final cuando muchos pronósticos les daban por derrotados. Así debió de pensar un aficionado de los Cavs, quien en un momento de euforia e inconsciencia -suelen ir de la mano- aseguró que se comería una camiseta de los Warriors si éstos daban la vuelta a la serie.

El desafortunado -pero honorable- aficionado fue fiel a su palabra y se «zampó» la prenda tal y como había prometido, grabándolo además en vídeo y publicándolo en redes sociales. Y como no tenía ninguna de los Warriors a mano, cogió una en blanco, escribió su vaticinio para la final «los Cavs en 6», la cortó en pedacitos y se la fue comiendo poco a poco. Eso sí, condimentada con salsa barbacoa. Y es que ya lo dice el refrán… No tomes decisiones cuando estés enfadado, ni hagas promesas cuando estés feliz.

3: Un hotel «con encanto»

Las historias acerca del Hotel Skirvin de Oklahoma son de sobra conocidas por todo Estados Unidos y parte del extranjero. La leyenda cuenta que el viudo señor Skirvin tuvo una relación con una de las sirvientas del hotel y al tener un hijo la encerró en una de las habitaciones. Ella enloqueció y saltó por la ventana con su bebe en brazos. Desde entonces, según han relatado muchos huéspedes -incluidos jugadores de la NBA- el fantasma de ‘Effie’ ha protagonizado extraños sucesos.

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Uno de los fantasmas del hotel, «de ronda»

La última víctima de estas experiencias paranormales fue el siempre polémico Metta World Peace, quien aseguró que los fantasmas del hotel le habían realizado «tocamientos inapropiados» mientras él y su equipo pernoctaban con motivo del partido que los Lakers tenían que disputar contra el equipo local. Según su propio testimonio, el jugador decidió «simplemente aceptarlo» porque «estaba viendo una buena película y estaba cansado«. Aunque advirtió: «Me tocaron en todos los sitios; voy a llevar a uno de los fantasmas al juzgado por tocarme en sitios inapropiados«.

Por su parte, el entrenador de los Lakers, Luke Walton, reveló posteriormente que él jamás había experimentado nada extraordinario o anormal en las visitas a este hotel durante los 10 años que duró su carrera de jugador. Entre risas, Walton aseguró que lo más parecido a fantasmas que él había visto habían sido «algunos compañeros de equipo regresando tarde y haciendo más ruido del normal después de haber bebido un poco más de la cuenta«.

2: Soborno con final feliz

Marshall, el menor de los hermanos Plumlee, nunca olvidará su debut en la NBA. Y no sólo por lo importante de tal acontecimiento, sino por la manera y los métodos que tuvo que emplear para poder cumplir su sueño. Asignado en el equipo filial de los Knicks en la D-League, Marshall recibió una llamada de emergencia de la franquicia de Nueva York pocas horas antes del partido que les debía enfrentar a los Hawks de Atlanta para suplir la baja por lesión de última hora de Joakim Noah.

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Marshall Plumlee, viendo la hora que era.

Eran las 10 de la mañana del domingo, el partido se jugaba a mediodía, y el jugador todavía dormía después de haber jugado la tarde anterior con el equipo filial y haber salido a tomar algo posteriormente con su hermano Mason, también jugador de la NBA. Tocaba darse prisa: «Estaba dormido todavía . Y, por lo que me dijo el GPS, el tren era lo más rápido para llegar. Tomé el expreso, vivo justo al lado de la estación de tren. Entonces cogí un taxi que ya había reservado«.

Pero manejarse a través del tráfico de Nueva tiene su truco; Plumlee y el taxista acabaron quedándose atrapados en un atasco, así que ante lo apurado de la situación el jugador decidió «incentivar» al conductor con unos dólares extra para que empezara a pasar semáforos en rojo: «Fueron 60 dólares aproximadamente», según reveló el propio Marshall.

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Recreación de la llegada de Plumlee al Madison

Aún así, el tiempo corría en su contra, así que en una decisión desesperada Plumlee decidió abandonar el taxi y salir «por piernas» rumbo al pabellón: «Tuve que salir corriendo por toda la ciudad, llegué y me dijeron ‘Hey, ¿necesitas un calentamiento?’, y les dije, ‘No, ya entré en calor, porque corrí hasta aquí«. El debut, finalmente, se consumó; Marshall llegó con el partido ya comenzado, salió a jugar en el segundo cuarto y contabilizó 1 rebote en 5 minutos.

1: Manual para evitar conflictos

El 2016 fue el año del anuncio de la retirada de Kevin Garnett. Conocido entre otros apelativos como «The Big Ticket» o «La máscara», Garnett se labró una reputación bien merecida como rey del «trash talking». Sus salidas de tono y provocaciones consiguieron sacar de quicio a muchos de sus compañeros de profesión. A muchos, pero no a todos, como desveló el jugador de las OKC Thunder Steven Adams pocos días después del adiós oficial de Garnett.

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Steven Adams dando muestras de su capacidad de auto-control

Según Adams, jugador neozelandés y por consiguiente angloparlante, su táctica para evitar enzarzarse en una batalla dialéctica en la que tenía muchas posibilidades de salir perdiendo fue simular… que no le entendía. El bueno de Adams, cuando se le acercó por primera vez Garnett le dijo que no sabía inglés: “Jugué la carta del inglés en una sola ocasión. Me dijo algo y yo era como ‘Oh… no habló inglés. No inglés. Lo siento‘”. Garnett, al parecer, picó el anzuelo -o le pareció una excusa muy buena- y no volvió a molestarle nunca más.

Feliz 2017!!!!

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